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Los convertidores (o conversores) son dispositivos que no toman la energía directamente de la red eléctrica, sino de otras fuentes. Son, por ejemplo, baterías de 12V o cargadores de coche de 12V. Los convertidores suelen llamarse sistemas que no son dispositivos independientes, que producen una tensión muy superior a la de su alimentación. La tarea del convertidor de corriente es cambiar el valor de la corriente y la tensión eléctrica de forma que se correspondan con las necesidades del receptor alimentado. Un inversor de corriente de alta calidad permite modificar la energía eléctrica, sin que se produzcan pérdidas significativas de potencia.
El tipo de voltaje más utilizado en el inversor es el de 12V (12V 230V). La razón es sencilla: ese voltaje es posible conseguirlo en una batería de coche estándar. Esto nos permite suministrar energía a dispositivos que requieren una potencia constante. En el mercado también se puede elegir entre tensiones de 24V (24V 230V) y 48V. Cuanto mayor sea la tensión, mayor será la reducción de las pérdidas.
Si desea utilizar electrodomésticos como un microondas, un hervidor de agua o un televisor en nuestros medios de transporte (como una autocaravana), un inversor de coche es una gran opción. Con la potencia de un inversor, podemos proporcionar energía a estos aparatos y utilizarlos a voluntad mientras viajamos o estamos de vacaciones. Utilizando cargadores de coche de 12V, podemos crear en nuestro coche un sustituto bastante cómodo y acogedor de nuestro hogar.
A la hora de comprar inversores, debemos prestar especial atención a la potencia de salida y a la tensión de entrada, sobre todo si tenemos previsto conectar un gran número de aparatos y queremos proporcionarles una tensión constante. Además, el inversor de coche debe tener un conector universal para enchufes y un conector USB para cargar los teléfonos y las tabletas que utilizamos a menudo, con cargadores de coche de 12 V.